lunes, agosto 24

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS

La escena corresponde a uno de los “mini proyectos” semanales que implementó la escuela básica María Alvarado Garay de Panguipulli, en la región de Los Ríos, como clases a distancia. La fórmula es parte de la metodología “Aprendizaje Basado en Proyectos” (ABP), que desarrolla el establecimiento con el acompañamiento de Educación 2020 y que, hoy, pareciera haber tomado más fuerza que nunca en el contexto de la pandemia.

“Alcanzamos a estar dos semanas enviando guías, cada profesor por su lado, pero nos dimos cuenta que estábamos agobiando a las familias y no estábamos considerando el aspecto socioemocional de los estudiantes”, relata Patricia Mora, directora de la escuela de Panguipulli, que cuenta con una matrícula cercana a los 500 niños y niñas.

ABP es un método pedagógico que involucra a las y los estudiantes de forma activa en su aprendizaje, mediante una investigación que les permita dar respuestas a preguntas o problemas del mundo real, creando una solución concreta y que culmina con una reflexión en torno a lo aprendido y con una presentación de sus proyectos a una determinada audiencia. En palabras de Michelle Olguí, directora de Desarrollo de Proyectos de Educación 2020, fundación que desde 2017 impulsa ABP y que actualmente acompaña a más de 10 establecimientos en esta innovación educativa, junto con Redes de Tutoría, “además de volver a las y los estudiantes protagonistas de su aprendizaje, el proceso que ocurre al resolver un desafío o pregunta esencial, es auténtico, concreto y real”.

Ahora bien, ¿por qué ha tomado tanta relevancia en el contexto pandemia? las y los expertos coinciden, principalmente, en tres aspectos, explica Michelle: “porque facilita y concretiza la priorización curricular, permitiendo la articulación y el trabajo colaborativo entre docentes de distintas asignaturas; porque promueve la autonomía de las y los estudiantes, y el docente pasa a ocupar el lugar de “mediador”, y porque el aprendizaje que se produce es significativo para ellos, potenciando así la motivación y el interés”.

En esto último coincide Yaritza Vargas, enfermera de profesión cumpliendo labores de docencia en el Liceo Municipal Polivalente de Salamanca, en la región de Coquimbo, donde las dos especialidades técnico profesional: Atención de Enfermería y Técnico en Electrónica, implementaron el método ABP el año pasado, también en compañía de Educación 2020. Allí, en los últimos meses han adaptado la modalidad a la de clases a distancia; un gran desafío considerando lo complejo que ha sido para el mundo TP poner en práctica los contenidos, sin contar con las estructuras y materiales que disponen en los liceos.

Yaritza cuenta que una forma de llevar a la práctica lo aprendido, es pedirle a sus estudiantes, por ejemplo, investigar sobre las causas y efectos de las enfermedades respiratorias, a propósito del Covid-19, y grabar un video educativo con medidas de prevención. De los meses que lleva implementando este método, asegura: “mis alumnas egresan con 17, 18 años a trabajar en un ambiente de adultos, y gracias a este tipo de metodologías ellas han potenciado otras habilidades como la personalidad, la responsabilidad y el tener una opinión crítica. Su aprendizaje hoy tiene un valor”.

“Las escuelas no pueden seguir siendo las mismas”


En el caso de Yoal Díaz, profesor de Matemática y Física del Liceo Josefina Aguirre de Coyhaique, el proceso de implementación de ABP se vio interrumpido por la pandemia, sólo unos pocos meses después de haberse iniciado en la formación de este método, también con Educación 2020. Sin embargo, asegura que ha sido parte de la conversación en el establecimiento el cómo implementarlo en modalidad no presencial, donde sólo un 50% de las y los estudiantes cuenta con internet, y su participación en las clases se mantiene cerca del 20%.

“En el camino aparecen muchos ‘peros’ y se entienden. A mí también me pasa, sobre todo porque nadie sabe cómo va a seguir esto, pero creo que aquí hay una oportunidad interesante; podemos acortar la brecha, que en este momento se está agrandando”, dice Yoal. Y agrega: “creo que la innovación educativa es la clave para pasar del aprendizaje pasivo al activo; hacia allá apunta la educación”.

Patricia, Yaritza y Yoal, se encuentran en etapas distintas de la implementación de ABP, pero coinciden en que una vez puestos los lentes de la innovación, es difícil volver atrás, que la pandemia ha revelado una potente necesidad de cambio y que una vez que se retorne a clases presenciales, la educación no va a seguir siendo la misma.

"Nunca vamos a ser los mismos, nosotros hemos aprendido algo. Todas las escuelas se han reinventado y esa reinvención no puede retroceder. Los niños son diversos, van a seguir teniendo distintas necesidades, pero las escuelas no podemos seguir siendo las mismas: tenemos que estar al servicio de ellos, para poder llevar de la mejor forma el aprendizaje”, concluye Patricia Mora.

Compartiendo experiencias


El jueves 30 de julio, Fundación Educación 2020 transmitió a través de su instagram @educacion2020, una entrevista en vivo de su directora ejecutiva, Alejandra Arratia, a dos docentes que practican la metodología ABP. En la ocasión, Yoal Díaz, docente del Liceo Josefina Aguirre de Coyhaique, recalcó la creación de redes con municipalidades o carabineros, por ejemplo, para poder llegar a conectar con sus alumnos; y Yaritza Vargas, del Liceo Polivalente de Salamanca, se refirió a cómo el proceso llevado a cabo para practicar ABP, es muy motivante para las y los estudiantes. Puedes ver la conversación completa aquí

FUENTE:

http://educacion2020.cl/

No hay comentarios:

Publicar un comentario